Una paciente de 41 años buscó tratamiento dental con el objetivo principal de lograr dientes más blancos. Cuando sonreía, su amplia sonrisa dejaba al descubierto una parte importante de sus dientes. Inicialmente, la paciente había expresado su deseo de tratar la apariencia de solo dos dientes anteriores superiores para que se vieran más blancos. Uno de estos dos dientes tenía una corona y ambos dientes se ajustaron para que coincidieran en tamaño.
Sin embargo, tras un examen clínico más detallado y la captura de imágenes de la forma en que el paciente sonreía, se hizo evidente que tratar solo dos dientes no lograría el cambio sustancial que el paciente deseaba. A pesar de los esfuerzos por hacer coincidir el tamaño de la corona con el del diente adyacente, sus dientes parecían amarillentos y un simple blanqueamiento dental no lograría el nivel de blancura que deseaba.
Reconociendo el grado de exposición de la paciente a la sonrisa y su deseo de tener una sonrisa más brillante, se adoptó un enfoque integral. El plan de tratamiento incluía un procedimiento completo de realce de la sonrisa, que abordaba tanto los dientes superiores como los inferiores para aumentar su brillo y crear una sonrisa más atractiva.
Para garantizar que el tamaño y la forma de las carillas se ajustaran a las preferencias del paciente, se realizó una depilación diagnóstica con cera. Esto permitió a la paciente visualizar y aprobar los cambios propuestos, garantizando que el resultado final cumpliera con sus expectativas.
Tras la aprobación de la depilación diagnóstica con cera, las carillas finales se diseñaron meticulosamente para lograr la estética deseada. Estas carillas abordaron eficazmente las preocupaciones de la paciente sobre el aspecto amarillento de sus dientes y crearon una sonrisa significativamente más brillante y atractiva.
El resultado fue una transformación notable de la sonrisa de la paciente, que se alineó con sus deseos de dientes más blancos y una estética mejorada. El procedimiento integral de realce de la sonrisa aumentó con éxito el brillo de los dientes superiores e inferiores, lo que permitió a la paciente sonreír con confianza.
En conclusión, el caso de esta paciente de 41 años ilustra el poder transformador de la odontología moderna para mejorar la estética de la sonrisa. Al realizar un procedimiento completo de realce de la sonrisa, que incluyó una depilación diagnóstica con cera y la colocación de carillas finales, la paciente logró el nivel deseado de blancura y una impresionante transformación de la sonrisa. Este caso subraya la importancia del tratamiento personalizado y de un enfoque integral para cumplir con los objetivos y preferencias únicos de cada paciente.