Paciente femenina de 63 años buscó una intervención dental, impulsada por un fuerte deseo de abordar varias preocupaciones de larga data sobre sus dientes anteriores. Durante más de una década, había estado lidiando con dientes anteriores agrietados y manchas amarillas persistentes que estropeaban su sonrisa. Además, creía que sus dientes actuales eran demasiado pequeños y deseaba unos dientes más prominentes y robustos. Además, expresó su incomodidad por la agudeza de sus caninos, ya que sentía que le daba a su sonrisa un aspecto poco convencional.
Tras realizar una evaluación exhaustiva y entablar conversaciones detalladas con la paciente, quedó claro que sus dientes ya estaban bastante rectos y que su oclusión estaba en buen estado. Dadas estas circunstancias, se determinó que el curso de acción más adecuado era la aplicación de carillas, una solución dental contemporánea que abordaría eficazmente sus problemas estéticos.
La decisión del paciente de optar por las carillas se basó en los beneficios integrales que podían ofrecer. Dado que sus dientes actuales presentaban importantes manchas amarillas que habían resistido los intentos anteriores de blanqueamiento dental, las carillas eran la opción ideal para proporcionar el nivel de blancura que deseaba. Las carillas se aplicaban tanto en los dientes superiores como en los inferiores para garantizar un resultado uniforme y estéticamente agradable, consiguiendo los dientes más blancos que tanto deseaba.
Además, el uso de carillas permitiría la transformación deseada de su sonrisa sin la necesidad de realizar grandes alteraciones en sus dientes existentes. Sus preocupaciones sobre el tamaño y la nitidez de sus caninos podrían abordarse de manera efectiva mediante la aplicación de carillas, lo que le daría una sonrisa equilibrada y natural.
El proceso de aplicación de las carillas se llevó a cabo meticulosamente, teniendo en cuenta los objetivos estéticos específicos de la paciente y la necesidad de armonizar su sonrisa. Se crearon carillas hechas a medida para los dientes superiores e inferiores, lo que garantiza un ajuste preciso y una apariencia natural y sin costuras.
Al finalizar la aplicación de la carilla, la paciente experimentó una transformación notable en su sonrisa. La mancha amarilla que la había plagado durante más de una década fue reemplazada por una blancura radiante que combinaba perfectamente con su tono ideal. Además, las preocupaciones sobre el tamaño de los dientes y la nitidez canina se resolvieron de manera efectiva, dejándola con una sonrisa armoniosa y segura.
En conclusión, el caso de esta paciente de 63 años que trató de tratar problemas de larga data con sus dientes anteriores mediante carillas ejemplifica el poder de la odontología moderna para mejorar tanto la estética como la confianza. El enfoque integral de sus problemas dentales dio como resultado una transformación de la sonrisa que cumplía con el nivel deseado de blancura, tamaño y simetría general, lo que puso de manifiesto el potencial transformador de las soluciones dentales contemporáneas, como las carillas.